martes, 20 de diciembre de 2011

27-Pasión por el deporte


Nunca me ha gustado el deporte, ni practicarlo ni verlo. De hecho más bien me ha resultado soberanamente aburrido. A lo más que había llegado hace ya muchísimos años era a ver tenis televisado, eso reconozco que me gustaba, aunque hace ya tanto tiempo que apenas me acuerdo.
Al lado de la finca donde vivimos tenemos un parque que tiene además varias pistas deportivas. Por casualidad un dia que habia ido de paseo con los niños y con mi hermano nos sentamos a ver un partido de hockey, aunque sobre patines normales. La verdad es que era la primera vez que lo veía directamente y tengo que reconocer que me enganchó. No sé muy bien cómo sucedió, pero tuve la misma sensación que me pasa cuando como cacahuetes. Sin ser algo especial, no puedo parar de hacerlo, vamos, lo que se conoce como "seguidilla".
Mi hermano a posteriori me estuvo comentando que si me había gustado ver ese partido más aun me gustaría ver un partido de hockey sobre hielo. El personalmente no había visto ninguno, pero si por la tele y decía que parecía de lo más alucinante. Así que lo estuvimos comentando en casa y con mi marido decidimos ir los tres a ver un partido de los Ducks de Anaheim. Puesto que era la primera vez para nosotros y de alguna manera nos resultaba exótica la idea del hockey, nos dimos el capricho de coger muy buenos asientos y esperamos con ilusión el acontecimiento. Por fin llegó el día del partido.
Llegamos al estadio y estaba llenísimo de gente, tanta que no lo esperábamos. Se respiraba un ambiente indescriptible, bueno al menos para mi, que como ya he mencionado no estoy acostumbrada a este tipo de eventos. Pero el caso es que había como un sentimiento de pertenencia al grupo difícil de explicar. También hay que decir que todo el estadio estaba a favor del mismo equipo, ya que en América al ser un país tan grande se ve que no es habitual ir a los partidos cuando los equipos no juegan en casa, teniendo en cuenta que para ir podría haber necesidad de coger un avión y poder estar hasta a unas diez horas de vuelo.
Bueno, pues yo allí viendo el partido que no me reconocía ni yo misma. No podía pensar en nada más y el caso es que en poco tiempo el equipo contrario nos había metido dos goles. Todo hay que decir que el portero del otro equipo está considerado uno de los mejores de toda la liga y era un enorme monstruo rubio finlandés que no dejaba pasar ni una. Hasta que por fin uno de los nuestros metió su primer gol y lo que vino a continuación fue realmente increíble. Allí estábamos nosotros celebrando y viviendo la emoción del momento como si fueramos uno más de todas las personas allí reunidas, los naturales de Anaheim. Que por cierto no sé cómo se deben llamar en español: "anaheinianos", "anaheinienses". Bueno, me voy a quedar con esta última aunque aviso que puede que no sea correcto. Pues eso, nuestros corazones latían con el mismo sentir que todos los anaheinienses allí presentes y por un momento todos eramos uno. En ese momento por primera vez en mi vida comprendí por qué va la gente al futbol o sigue cualquier deporte. Y así estuve enganchada hasta el final en un partido que me pareció el mejor de todos a pesar de que perdimos y ha sido el único que he visto hasta ahora.
Después de ese momento he tenido la oportunidad de ver en directo algún que otro partido de otros deportes. Y por lo que he visto, a los americanos les encanta el deporte. Vimos un partido universitario de voleybol femenino y fue muy entretenido. Al igual que el hockey, son partidos muy activos y además a pesar de no ser profesional, estaba muy bien "montado" ya que cada equipo tenía sus animadoras y su público. En la misma universidad otro día también vimos un partido de waterpolo y en otra ocasión un partido estudiantil de futbol americano. De este último no comprendo muy bien las reglas del juego pero me resulta divertido de ver.
Como curiosidad os cuento que aquí casi todos los equipos tienen sus animadoras que realizan complicadas acrobacias y aunque parezca increíble estas chicas tienen más lesiones que los jugadores de futbol americano. Y en el hockey sobre hielo, imagino que por lo peligroso que podría resultar, no realizan acrobacias sino que cada x tiempo salen a limpiar el hielo vestidas ligeritas de ropa.

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