domingo, 23 de octubre de 2011

23-En el país de la gente amable


A veces me da la sensación de que la imagen que tenemos de los americanos no se corresponde con la realidad. Si bien es verdad que este es un país muy grande y por lo que estoy viviendo California su ritmo de vida no tienen nada que ver por ejemplo con Nueva York y el ajetreo con el que se ve a la gente en el día a día.

Una cosa que me ha sorprendido muy gratamente es la amabilidad de la gente aquí. Y digo amabilidad porque son auténticamente amables y no como los ingleses que te dicen “por favor” y “gracias” para todo pero en los que notas que es solamente fachada.

Aquí la gente te cede el paso todo el tiempo de forma amable y educada, la gente tiene especial atención hacia las embarazadas y la gente que va con niños pequeños, discapacitados y también hacia la gente mayor. Pero no solo eso, sino que la gente te saluda por la calle, en las tiendas si hay algo que les llama la atención ya sea el bebé o algo que llevas puesto, se paran a hablar contigo sin prisas y mantienen una conversación con mucho interés.

En este país los niños no molestan sino que son importantes y a la gente les despiertan simpatía. En otros países, lamentablemente como el nuestro, en ciertas situaciones no solo molestas sino que los que no tienen niños sienten que debemos casi pedir perdón por tenerlos.

En las tiendas, en general, los dependientes son extremadamente amables, cosa que entiendo que forma parte de su trabajo; pero si preguntas algo que no tiene nada que ver con ellos también se toman la molestia y el interés en resolver tu duda.

Al principio de estar aquí mi hija me decía todo el rato: “pero qué maja es la gente aquí, será que se contagian de la magia de Disney”.

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